Dentro de dos días será el aniversario de las Lágrimas de Santa Marta, hecho acaecido el 8 de mayo del año 1653, por lo que se cumplirán 361 años de aquel momento en que la patrona vilera lloró, según acta notarial, coincidiendo con el momento en que en el palacio de Aranjuez el Rey Felipe IV firmaba el Real Despacho autorizando la construcción de un pantano para Vila Joiosa.
En el próximo artículo presentaré uno de mis trabajos sobre el mencionado pantano y adjuntaré alguno de los documentos de los momentos de su construcción que forman parte de mi particular archivo.
En esta ocasión os presento un recibo emitido y firmado por el autor del retablo de la capilla que Santa Marta tiene en la iglesia de La Asunción de Villajoyosa.
El pagador de ese recibo, cuyo importe era la mitad del precio total del retablo, fue Cayetano Aragonés, importante personaje, miembro de una de las más prestigiosas e influyentes familias vileras que desde la fundación de La Vila Joiosa en 1300 hasta el final del siglo XX, formaron parte de la historia de la capital de La Marina Baixa.
El trabajo se realizó por el prestigioso escultor y arquitecto valenciano Francisco Vergara (1681- 1753), autor de numerosas obras como las estátuas y adornos de la capilla del Santo Sepulcro a San Bartolomé en Valencia, Jesucristo muerto del convento de Santo Domingo, el retrato en mármol de Luís I en la Alameda de Valencia, estátuas de San Bernardo y sus hermanas Maria y Juana en el convento de San Francisco de Alcira, etc. También fue el constructor de la fachada de la iglesia de San Martín y San Antonio en Valencia.
Como autor de retablos varias fueron sus obras por las iglesias y conventos a lo largo y ancho de toda la geografía valenciana, destacando el retablo mayor de San Agustín en Valencia, el retablo de la iglesia del convento de San Francisco en Alcira y el retablo del convento de San Francisco en Xativa.
El trabajo realizado en la capilla de Santa Marta supuso un gran y costoso esfuerzo económico para las personas que lo sufragaron ya que el total ascendió a 154 libras de la época y para que nos hagamos una idea, en esos años un solar para la construcción de una vivienda costaba entre 15 y 20 libras pero la generosidad de los mecenas encargando el trabajo a uno de los mejores maestros de la profesión, colocaba a Villajoyosa entre las más importantes urbes del Reino de Valencia.
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