5ª PARTE
LVCENTVM XXV, 2006
SOBRE EL NOMBRE DE LA
CIUDAD IBÉRICA Y ROMANA DE VILLAJOYOSA Y LA UBICACIÓN DEL TOPÓNIMO ALONÍS/ALONAI/ALLON
Antonio
Espinosa Ruiz
Área Municipal de
Arqueología, Etnografía y Museos de Villajoyosa
Área de Arqueología,
Universidad de Alicante
En
la primera parte de este artículo, el autor presenta un resumen del mismo,
revisando la argumentación que en su día realizó en su Tesis doctoral.
3. Las
recientes evidencias arqueológicas
En
2005 se excavaron unos baños altoimperiales de cierto porte en el yacimiento
Jovada I –bajo la dirección de D. Ruiz, y Amanda Marcos, así como uno de los
hipocaustos bajo la dirección de Eduardo López–, quizá asociados a la cercana villa
de Jovada II o quizá de carácter público, inmediatos al asentamiento que
subyace a la ciudad actual de Villajoyosa (la excavación futura de la mitad
septrentrional de este edificio podría aportar más luz a su titularidad pública
o privada).
Las
termas monumentales que hemos mencionado más arriba, en curso de excavación en
la calle Canalejas, son propias de un entorno urbano, de modo que –en el
momento actual– parece seguro que el municipium se encuentra en este lugar,
bajo el casco urbano de Villajoyosa, junto a la vieja ciudad ibérica que
subyace al casco antiguo. Los sondeos que próximamente se realizarán en el
yacimiento de Torres I permitirán comprender el porqué de la ubicación de la necrópolis
monumental a la que –si son ciertos los datos aportados por Valcárcel, que
realizó excavaciones en la zona– pertenece la Torre de Sant Josep, situada a 3
Km al E del casco urbano de Villajoyosa, y comprender su relación con la ciudad
romana.
La
población ibérica, precursora de aquella, es igualmente relevante, como dejan
ver claramente sus necrópolis de Poble Nou y de Casetes, parcialmente
excavadas. En la necrópolis del Poble Nou (Espinosa, Ruiz y Marcos, 2005; Ruiz
Alcalde y otros, en prensa) se han excavado dos sectores en los que encontramos
tumbas del s. V (principalmente de su primera mitad), algunas del s. IV y sobre
todo un elevado número del s. II y I a.C. Las tumbas más antiguas, en fosa rectangular
revestida interiormente de adobes o de arcilla, han proporcionado numerosos
objetos suntuarios, como collares de oro orientalizantes de la segunda mitad
del s. VI, collares de esteatita con representación de divinidades egipcias, un
colador etrusco de bronce del s. VI e incluso tres copas de figuras negras
tardías (del «pintor de Haimón»), de comienzos del s. V. Algunas tumbas de
Poble Nou alcanzan el s. III d.C., pero la fase imperial de la necrópolis es
todavía poco conocida.
De
uno de los sectores excavados de la necrópolis de les Casetes, el más
septentrional, se ha publicado ya un primer avance (García Gandía, 2005), y se
encuentra en preparación la publicación de la memoria del tramo meridional, excavado
recientemente bajo nuestra dirección, en la Plaza de la Creueta. En conjunto,
esta necrópolis muestra una longitud de más de 500 m y se dispone a los lados
del camino de entrada a la ciudad ibérica, que después continuó habitada durante
el Imperio. Esta necrópolis arranca del s. VII a.C. y se desarrolla hasta al
menos el s. IV d.C. y probablemente más tarde. En diferentes sectores se
agrupan tumbas antiguas, hasta el s. V a.C., y otras del Ibérico Final (s. II-I
a.C.), y sobre estas últimas otras altoimperiales entre las cuales se detectan
algunas tardías, de los s. III-IV.
El
núcleo urbano ibérico al que pertenecen estas necrópolis se encuentra sin duda bajo
el casco antiguo de Villajoyosa, un cerro costero situado junto a la
desembocadura de uno de los dos ríos de la comarca y frente a una extensa playa
con un pequeño refugio proporcionado por la punta d’Alcocó y sobre todo con buenas
condiciones para el fondeo y el comercio marítimo (Espinosa, Sáez y Castillo,
2006, 42-44). A pesar de que algunas excavaciones de salvamento no han
permitido localizar restos, como consecuencia de la transformación provocada
por la erección del núcleo medieval, sí hemos podido localizar en otros solares
estratos con materiales y estructuras ibéricos que demuestran la existencia de
un gran yacimiento de esta época (vid. Espinosa, Ruiz y Marcos, 2005).
Durante
la época romana el cerro y su entorno continuaron poblados, al menos hasta el s.
VI d.C., como atestiguan la cercana Villa de Plans, algunos materiales sin
contexto de la excavación de la plaza de la Creueta y la última fase del
yacimiento de Jovada I. Hemos podido documentar la existencia de estructuras domésticas
del Ibérico Final y de otros restos de un poblamiento disperso, en torno a este
cerro, ya desde el Ibérico Pleno.
Durante
el Imperio, junto a la vieja ciudad ibérica se desarrolla un destacado núcleo urbano,
de marcado carácter industrial y comercial. En su entorno se concentran un buen
número de villae (Barberes Sur, Plans, Ribetes, Jovada II, etc.) en las que hay
indicios de una orientación económica en relación con la fabricación de
salazones de pescado, y otras más al interior (como la villa monumental de Xauxelles,
vid. Espinosa, 1991 y 1996) de carácter más marcadamente agrícola.
4. Los topónimos Alonís, Alonai y Allon y su equivalencia
No disponemos ni tan
siquiera de la más mínima pista material respecto al nombre de la ciudad ibérica
y de su heredera romana, a pesar de la relativamente abundante epigrafía
latina, derivada de la categoría jurídica de este enclave. Sin embargo, el
contraste de la realidad arqueológica de Villajoyosa con el análisis de las
fuentes permite, en nuestra opinión, considerar la identificación de este
núcleo con la Alonís/Alonai/Allon de las fuentes como la más probable
(Espinosa, 1996a, 19 ss.; 1998b y 2006, 42-44 y 51-52).
Llobregat (1983, 229; idem 1984, 233) propuso la identificación de estos topónimos antiguos con Santa Pola, después ampliamente aceptada (cf., por ejemplo, Rouillard, 1991, 303-306 o Morote, 2002, 188-189). A. Rodríguez Colmenero (1985, 411), por su parte, planteó si Portus Ilicitanus no sería un término oficial que acabaría imponiéndose al original, Alonai nos parece, en cualquier caso, una interpretación algo forzada–. P. Moret (2000, 239 y 241), en fin, ha desarrollado, recientemente, una argumentación muy elaborada a favor de que Alonís y el vicus portuario del Portus Ilicitanus son el mismo enclave –como ya se deducía de la hipótesis de Llobregat–.
Llobregat (1983, 229; idem 1984, 233) propuso la identificación de estos topónimos antiguos con Santa Pola, después ampliamente aceptada (cf., por ejemplo, Rouillard, 1991, 303-306 o Morote, 2002, 188-189). A. Rodríguez Colmenero (1985, 411), por su parte, planteó si Portus Ilicitanus no sería un término oficial que acabaría imponiéndose al original, Alonai nos parece, en cualquier caso, una interpretación algo forzada–. P. Moret (2000, 239 y 241), en fin, ha desarrollado, recientemente, una argumentación muy elaborada a favor de que Alonís y el vicus portuario del Portus Ilicitanus son el mismo enclave –como ya se deducía de la hipótesis de Llobregat–.
En el libro IV del Ravennate
(Rav. IV.42 –304,16–) Allon se sitúa a continuación de la serie Dionio
(=Dianium) – Lucentes (=Lucentum) – Leones, e inmediatamente antes de Hilice
(=Ilici). Como el propio E. Llobregat reconocía la identificación con Santa
Pola depende de la validez del emplazamiento de la ciudad en esta guía de
caminos (cf. Roldán, 1973, 111-142; Llobregat, 1983, 229; ídem 1984, 133; Abad
y Abascal, 1991, 20-21), de la que no es difícil dudar, dadas las imprecisiones
del libro IV –aunque P. Moret (2000, 241) considera el Ravennate la fuente más
fiable en lo que toca al orden de los lugares–. De hecho, el libro V (Rav. V 3
–343,6–), –más exacto desde los puntos de vista de la grafía y de la exactitud
geográfica, según E. Llobregat (1983, 229)– no menciona Allon (aunque sí Ad
Leones, como el libro IV).
En
la Guidonis Geographica (82, 515, 12), otra guía de caminos del s. IX d.C.,
sucede algo parecido al libro V del Ravennate. E. Llobregat (1983) interpretó
Ad Leones / Leones / Ad Lennes, mencionada en los tres textos, como una población
litoral entre Lucentum e Ilici.
Por su parte, Lorenzo Abad
(1984, 133) se planteó si Leones (Rav. IV 42 –304,15–) –con sus variantes Ad
Leones (Rav. V 3 –343,6–) y Ad Lennes (Guidonis Geographica 82, 515, 12) – y Allon
no eran la misma población, con el nombre contraído en el segundo caso.
Anteriormente, Holder (1894-1916, III, 574), y posteriormente Rabanal (1985a,
364), Tovar (1989, t. 3, 201) y Corell (1999, 176), entre otros, han aceptado esta
igualdad. La contradicción aquí estriba en la mención de Leones y Allon en el
libro IV del Ravennate. P. Moret (2000, 241 y nota 18) opina que Ad Leones es
«sans doute un simple relais, non localisé».
M.
A. Rabanal (1985a, 364) propuso abiertamente la equivalencia Alonae = ciudad
situada en término de Villajoyosa, para, unas páginas más adelante, en la misma
publicación, mostrarse dubitativo entre las áreas Benidorm-Villajoyosa y
Alicante-Santa Pola (ibid., 366). También Reynolds
(1993, 89, nº 218) sugiere que «this municipium is so far unnamed, perhaps it
is to be identified as Alonis».
Puedes leer el artículo completo
en: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/28320/1/Lucentum_25.pdf
Las fotografías adjuntas
son:
1ª y 2ª- Trabajos
arqueológicos en las termas romanas de la Jovada.
3ª- Termas públicas monumentales
de la ciudad de Allon. (La Vila Joiosa. Arqueologia i museu. Museos Municipales
en el MARQ).
4ª- Enterramiento infantil
en ánfora del yacimiento arqueológico de La Creueta. (La Vila Joiosa.
Arqueologia i museu. Museos Municipales en el MARQ).
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