8ª PARTE
LVCENTVM XXV, 2006
SOBRE EL NOMBRE DE LA
CIUDAD IBÉRICA Y ROMANA DE VILLAJOYOSA Y LA UBICACIÓN DEL TOPÓNIMO ALONÍS/ALONAI/ALLON
Antonio
Espinosa Ruiz
Área Municipal de
Arqueología, Etnografía y Museos de Villajoyosa
Área de Arqueología,
Universidad de Alicante
En
la primera parte de este artículo, el autor presenta un resumen del mismo,
revisando la argumentación que en su día realizó en su Tesis doctoral.
La
ciudad de Villajoyosa ya era tal, sin duda, antes de la concesión del estatuto
municipal. Era un núcleo destacado en la costa alicantina, como lo eran las
otras ciudades (Dianium, Lucentum e Ilici), y esa entidad le hizo merecedora del
privilegio concedido por Vespasiano. Por tanto, no estamos hablando de un
simple vicus, sino de un enclave que ejerce de lugar central de una comarca,
del mismo modo que el territorium de Lucentum debió coincidir aproximadamente con
l’Alacantí y el de Dianium con la Marina Alta y La Safor, o el de Ilici con la
Vega Baja y el Vinalopó. Esta distribución de un lugar central por cada una o
varias comarcas lo apreciamos ya en época ibérica (cf. por ejemplo Grau, 2002
para el caso de La Serreta y l’Alcoià-El Comtat), y se percibe claramente en la
romana, en general en el territorio valenciano (vid. Olcina, 1990a, 182; Corell,
1999, 35).
Resultaría
extraño que Mela hubiese citado el vicus del Portus Ilicitanus y no el de
Calpe, la propia Villajoyosa u otros enclaves secundarios costeros. Más extraño
todavía cuando habría que suponer que lo cita con un nombre alternativo o más
antiguo (Allon) y no por el de puerto de Ilici, y aún más cuando ambos términos
aparecen simultáneamente en Claudio Ptolomeo. La identidad de Allon con Santa
Pola nos parece, por tanto, muy forzada. Creemos que es más sencillo y acorde
con la lógica territorial romana que Mela cite –y por su orden correcto– las ciudades
costeras del golfo de Ilici y sólo a ellas: Allon, Lucentum, Ilici, cada una
lugar central de un territorio que corresponde, como es habitual, con una o más
comarcas naturales. Santa Pola, el Portus Ilicitanus, es un enclave semiurbano perteneciente
a Ilici, como su propio nombre indica: está en su territorium, y depende de la colonia.
No es una ciudad distinta de Ilici –por muy pujante que fuera el enclave
costero ubicado bajo Santa Pola en la primera mitad del s. I d.C. –, sino su
puerto.
Igualmente
resultaría muy extraño que la ciudad ibérica y romana de Villajoyosa, a la
vista de la abundante epigrafía, de la entidad de su poblamiento y de sus
monumentos y obras de ingeniería (Torre de Sant Josep, monumento de l’Almiserà,
depósito hidráulico de Torres, termas de Jovada, villa monumental de Xauxelles,
almacenes portuarios, calzadas, santuario, termas monumentales de la calle
Canalejas, macellum, el templo y la curia pertenecientes a un centro urbano que
cabe deducir del duunvir y flamen mencionado en una inscripción, etc.),
resultaría muy extraño, decimos, que las fuentes clásicas, en una especie de
ilógica damnatio memoriae, omitiesen un enclave así, incluso que no apareciera en
ellas reiteradamente, más todavía cuando se encuentra en la costa (la principal
vía de comunicación de la época).
La
reiterada mención de Alonís y de Allon en las fuentes es conforme a estas
expectativas. Como hemos expresado gráficamente en otro lugar, identificar
estos topónimos con Villajoyosa permite unir el nombre reiterado sin ciudad y
la ciudad privilegiada sin nombre. La interpretación de los itinerarios suele
resultar conflictiva, por los errores que se derivaron del uso de fuentes escritas
(indirectas) más que de una observación directa del paisaje por parte de sus
autores. Es un terreno en el que conviene moverse con cautela. No obstante, las
recientes relecturas de Alternum y de Celeris y sus variantes nos dibujan una
ruta costera alternativa a la vía principal que baja por el Vinalopó hacia
Ilici, y puede explicar las aparentes incorreciones del orden de las diferentes
ciudades de la provincia de Alicante en las fuentes.
No obstante, hemos de
manifestar que la interpretación de Corell parece algo forzada, por cuanto el
redactor del Ravennate (y el de la Guidonis Geographica) no realizó una hipertraducción
más que de una de las dos hipotéticas menciones de Allon –la primera– a Asterum
y Alterum respectivamente. Si dejamos Asterum/Alternum/Alterum como una
indicación de bivium, la cuestió podría quedar en un ramal Sucro>Dianium, y
una continuación de la calzada principal Sucro>Saetabis>Turres>Ad
Ello>Ilici, con un atajo –celere (iter), literalmente, (camino) ‘rápido’–,
con origen entre estos dos últimos lugares, hacia Lucentum que sube hasta
Allon, como propone Corell. No es de extrañar que la vía costera carretera
entrara a la Marina Baixa por el sur, desde Lucentum, y no por el norte, desde
Dianium, dada la fuerte dificultad del barranc del Mascarat, entre Altea y
Calpe, como veremos después. De cualquier modo, en este modelo se nos queda
descolocada Dianium en el libro IV del Ravennate, como reconoce Corell (1999,
178), pero su ubicación en Ravennate V y en la Guidonis Geographica
inmediatamente al sur de Sucro hace sospechar a este autor fundadamente, en nuestra opinión– que su
posición en el libro IV es errónea.
Géza
Alföldy (2003, 49 y notas 86 a 90), por su parte, ha manifestado también
recientemente su opinión de que Allon se encuentra al sur de Lucentum y que
Mela se equivoca al localizarlo al norte de la misma, y no acepta la
identificación de Alternum y sus variantes con Allon, propuesta por Corell.
El
yacimiento de Picola, para el que Moret (2000) propone su identificación con
Allon (y, con dudas, con Alonís), se mantuvo ocupado desde 450/430 a 350/330,
sin una continuidad arqueológica aparente hasta el gran desarrollo portuario
augusteo, lo que supone un desfase nada menos que de tres siglos (vid. Márquez,
1999, 103-105; cf. Márquez y Molina, 2001; vid. Moret, 2000, 250). Precisamente
en este período, los s. III a I a.C., el enclave de Villajoyosa experimenta una
época de esplendor, y no podemos olvidar que se corresponde con la fechas en
las que escriben tanto Artemidoro como Estrabón (aún teniendo en cuenta su uso
de fuentes anteriores).
Recientemente
Antonio García Menárguez (2001, 547) ha publicado un artículo en el que
concluye que «es posible plantearse como hipótesis lo siguiente: si el topónimo
Alone significa etimológicamente «plaza de sal» y, como tal, conceptualmente,
se le reconocía en el mundo antiguo como «un mercado de sal», en este caso
Guardamar del Segura y su territorio costero pueden identificarse con Alone». No
obstante, la mayor parte de los especialistas del País Valenciano con los que
he tenido oportunidad de departir en los últimos años –como el propio A. García
Menárguez– se muestran convencidos de que Allon se encuentra en Villajoyosa. La
frecuencia, entidad y antigüedad de los hallazgos que se están produciendo en
su término municipal nos da una imagen cada vez más relevante de este núcleo en
la Protohistoria y la Arqueología clásica del levante peninsular. La
identificación de Allon con Villajoyosa es, actualmente, una opinión casi
generalizada en la investigación valenciana.
En fin, F. Benoit (1965,
105) propuso la localización de Alonís en la Provenza, y P. Moret (2000, 253)
la diferencia de la Alonai de Ptolomeo y de Allon, considerando que las dos
últimas sí hacen referencia al mismo enclave (que sitúa, como hemos visto, en
Santa Pola), y afirmando, sobre la base de los argumentos de Benoit, que «rien
ne permet d’affirmer que l’île d’Alônis se trouvait sur la côte espagnole»,
dando por sentado –tras un exhaustivo análisis filológico– que «Alônis était, à
l’époque hellénistique, une île habitée», lo que no parece confirmarse en
Tabarca ni en la isla de Benidorm, las dos candidatas de la costa alicantina.
Moret se separa, así, de la hipótesis tradicional, generalmente aceptada, que
suponía que Alonís era una ciudad frente a la cual había una isla del mismo
nombre (vid. Moret, 2000, 246 y nota 45).
Puedes leer el artículo completo
en: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/28320/1/Lucentum_25.pdf
Las fotografías adjuntas
son:
1ª- Venta de esclavos en el
foro de cualquier ciudad romana.
2ª- Inscripción funeraria
en mármol, primera mitad siglo III d.C. Les Casetes. (La Vila Joiosa.
Arqueologia i museu. Museos Municipales en el MARQ).
3ª- Torre funeraria romana
de Sant Joseph, siglo II.
4ª- Interior torre
funeraria de Sant Joseph con la huella del vino de las libaciones.
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publicación, siempre que la fuente sea citada.
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