Nadie debería de olvidar su
pasado. Las personas, al igual que las naciones, se van formando con el paso
del tiempo y es la memoria la que nos lleva al desarrollo, a la preparación y a crecer como tal, educándonos en el día a
día, año tras año y siglo tras siglo hasta alcanzar lo que se es en la
actualidad. La historia es la ciencia de la memoria.
Memoria histórica es
un concepto
ideológico
e historiográfico de desarrollo relativamente
reciente, que puede atribuirse en su formulación más común al filósofo y académico
francés Pierre Nora
y que viene a designar el esfuerzo consciente de los grupos humanos por
entroncar con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo
con especial respeto.
La Memoria histórica en casos extremos puede convertirse en una
"verdad oficial" (cuya negación puede incluso ser perseguida
legalmente) o en una verdad "políticamente correcta" o "pensamiento único" (impuestos
informalmente).
Es en estos casos extremos
cuando la Memoria histórica se vicia
y se corrompe, dejando de ser la memoria
del progreso y de la prosperidad. Es entonces cuando algunos grupos,
asociaciones e incluso individuos utilizan el término para despertar el odio y
el enfrentamiento que el paso del tiempo se había encargado de aletargar.
En diciembre del 2007 se
aprobó en España la Ley de Memoria
Histórica, Ley por la que se
intenta la reparación y reconocimiento de las víctimas de la guerra civil y el
franquismo.
Familiares de maquis junto a la fosa común en Adamuz (Córdoba). JUAN MANUEL VACAS (El País)
Creo que es justo y por lo
tanto de justicia que se facilite el acceso de los ciudadanos a la información
que sobre ellos o sus familiares guarden los archivos, registros o fondos
documentales públicos, así como que se difunda información histórica y de los
documentos relativos a la Guerra Civil, el exilio y la dictadura. Que se
repare y se desagravie a quienes fueron perseguidos y condenados por razones
políticas, ideológicas o de creencia religiosa durante la Guerra Civil y la dictadura.
También que se posibilite ser español a los descendientes hasta el primer grado
de quienes hubiesen sido originariamente españoles y tuvieron que salir de
España por culpa de la maldita Guerra Civil.
No voy a entrar en si de los
dos bandos de la contienda civil unos eran los buenos y los otros los malos, si
unos eran los legítimos y los otros los sublevados, si unos eran los santos y
los otros los demonios. Lo cierto es que en los dos bandos lucharon personas
obligadas a ello por estar geográficamente donde estaban, lo cierto es que en
los dos bandos se cometieron atrocidades, lo cierto es que en los dos bandos
hubo mucha miseria y muchos muertos, lo cierto es que hubo una guerra y en ella
perdimos todos.
Soldados Replublicanos. www.abc.es
Pierre Nora nos dice que “No hay que confundir memoria con historia”.
Cada uno de nosotros llevamos en la memoria lo que durante el transcurso de nuestra
vida hemos visto, vivido y oído y todo eso junto es la percepción que
individualmente nos hacemos de todo lo pasado, es decir, de la historia. Pero
solo es la propia y verdadera de cada uno y por ese motivo debemos de respetar
la verdadera de los demás.
La propaganda, el énfasis,
la impetuosidad y la dialéctica de algunas personas hicieron y hacen estragos
en otras. Intereses privados y partidistas minaron y siguen minando las mentes
más débiles que pensaron y siguen pensando que los míos son los buenos y los
otros los malos.
Requetés riojanos saliendo de Logroño. https laverdadofende.wordpress.com
¡Ya está bien! Dejemos de
enfrentarnos por lo que fue una detestable y maldita guerra entre hermanos. No
olvidemos nunca que esa aborrecible guerra nos costó más de un millón de
muertos, familias enteras destruidas y una nación inmersa en la miseria.
El Valle de los caidos. memoriahistorica.org.es.
Esa es la historia que nunca
debemos olvidar para no volver a caer en el mismo error.
Hace poco cayó en mis manos la carta que un español de
familia emigrante en Francia le mandó a un amigo suyo, hijo de exiliados españoles
de la Guerra Civil. Un poco harto de sus discursos políticos en favor de uno de
los bandos beligerantes en la contienda y
de continuos, monótonos y pesados
sermones partidistas sobre la Memoria
Histórica que su amigo le
propinaba cada vez que tenían ocasión de hablar.
Esta es la carta:
Querido Pepe:
Quisiera
dejar claro de una vez por todas la cosa esa de rojos y nacionales, y también
mi postura en lo que se refiere a la “memoria histórica”, precisamente porque
en una ocasión que hablábamos por teléfono me hiciste la pregunta y no pude
contestarte como me gusta hacerlo contigo. Tu familia y la mía lo tenemos todo
en común, como me dijiste, a tu padre lo condenaron a muerte los de Franco y
luego lo indultaron; a mi bisabuelo también lo condenaron a muerte por haber
sido concejal socialista, y también lo indultaron. A mi abuela la condenaron a
muerte y le conmutaron la pena por un confinamiento de 3 años en una finca
perdida en el monte. El padre de Blanca, mi mujer, siguió luchando en las
montañas de León después de la victoria franquista hasta que lo apresaron y le
dieron muerte. Mi mujer tenía 7 años. A mi suegro lo había denunciado un
antiguo cacique socialista de Bembibre. Esta historia la cuenta Julio
Llamazares en su novela “Luna de lobos”. Mi padre fue apolítico militante y jamás
olvidó que un camarada de su propio bando intentó hacerle perder la vida. ¿Qué
pueden ganar tu familia y la mía en una
“Memoria histórica” diseñada por los políticos? A Blanca, cuando vamos a Torre
del Bierzo, todos en el pueblo la saludan porque es la hija de Emilín, un
hombre que no solo fue valiente, sino que además tenía una inmensa envergadura
humana. 60 años después la gente se sigue acordando, el que no lo ha vivido lo
sabe por sus mayores. Esta es una memoria merecida y desinteresada. A ti ¿Qué
te parece?
Te contare una anécdota a la que se refiere José
Luis Ferris el biógrafo mas acreditado de Rafael Alberti. Era el 24 de febrero de 1939, ya
había muerto Antonio Machado en Collioure y Barcelona había caído en manos de
como tú los quieras llamar. Miguel Hernández
acudió a Madrid para asistir en la “Alianza de intelectuales” a un homenaje a
las mujeres antifascistas organizado por
Alberti y su mujer María Teresa León. Miguel había pasado dos años en las
trincheras luchando, con el pico y la pala, con el fusil y sobre todo con los versos. Había perdido 20
kilos, mientras Alberti no había oído un disparo en toda la guerra, estaba
orondo como una pava Navideña y se hacía fotografiar con traje de comandante y
brillantes botas de jinete.
Cuando entró Miguel en la “Alianza”, puestas
las mesas con las viandas más exquisitas, se acordó de sus camaradas que vivían,
desesperados de hambre, el horror de las trincheras y gritó: “Esto está lleno
de putas e hijos de puta”. Alberti le
espetó que repitiera lo que había dicho y Miguel lo escribió en una pizarra.
¿Del lado de quién te pones Pepe? ¿Del de Alberti ese guerrero de salón o del
de Miguel?
Los jóvenes, que los políticos enfrentados
mandaban a la muerte durante la guerra civil tenían entre 18 y 20 años, sus
madres no tenían más de 40, la inmensa mayoría eran chicos como mi padre, sin cultura,
apenas sabían escribir y no tenían más
ideal que perder su virginidad con cualquier puta. Cuando los militares
mandaban los planes para sus ofensivas incluían una previsión de bajas, 20.000,
40.000, 100.000 jóvenes. Los mismos zagales en un bando como en el otro, de
Valencia o de Valladolid, de Barcelona o de Badajoz, incultos y con idénticos ideales. Para poder atacar se
necesitaba el visto bueno del ministro de la guerra, su firma equivalía a una
condena a muerte, a muerte para 20.000, 40.000, 100.000 inocentes. ¿Cabe la
posibilidad de que si te asesinaban unos eras mejor muerto que si te asesinaban
otros?
En la guerra civil había dos bandos, el de
los despiadados verdugos: Franco, Azaña, Mola, Largo Caballero, Sanjurjo, Negrín,
Mola, Lister, etc. por una parte y un millón de
jóvenes que murieron siendo todavía vírgenes. ¿De qué lado te pones Pepe? En
una época muy triste como la que vivimos, en la que los políticos no han podido
disimular más que pertenecían a la misma casta pienso que se impone la
evidencia.
Como tú, estoy por la memoria histórica. No
hay día que no se me aparezcan ese millón de jóvenes conducidos a la muerte por
la loca ceguera de un puñado de desaprensivos.
Decía Milosz:”Perdonar pero no olvidar”,
dejemos que los políticos, carentes de sentimientos, olviden pero no perdonen,
nosotros estamos hechos de otra madera. No olvidar que cuando unos seres
perversos consiguen injertar el odio en
las personas las manipulan a placer y las transforman a su antojo. No debemos
dejar nunca más que nadie se apropie de
nuestra libertad para crear un pensamiento unificado, “ser libres es ser responsables” (Sartre) y ello implica
que el comportamiento lo dicten las ideas propias y no las de la tribu. La
complicidad entre los humanos debe nacer de una misma ética, no de idénticas formas de pensar.
Fíjate en Cataluña, políticos sin escrúpulos, tanto de derechas como de izquierdas (son la
misma cosa), han despertado el odio de los "chonis" a partir del “España nos
odia“y echando mano de su gusto por la butifarrada los han sacado a la calle, como un solo hombre,
han abducido su sentido común y les han hecho creer que un burro vuela.
Sé que igual que yo, piensas que personas
inteligentes no pueden dejarse seducir por el independentismo en Cataluña ¿Cómo
es posible que se dejen embarcar en una aventura ruinosa para Cataluña y para
España? ¿Cómo es posible que se dejen
convencer por ERC? Una jauría de osos polares capitaneados por una morsa
tuerta. ¿Cómo pueden hacerles creer que Leonardo Da Vinci,
Colón, Américo Vespucci, Santa Teresa y no sé cuántos más son catalanes? Ves Pepe,
la política es toda una mentira, nada es lo que parece, y sin llegar a estos
índices de surrealismo nunca los que hacen de ella un negocio circulan en línea
recta.
Finalmente quiero decirte que el homenaje a
mis padres es el mismo que les has rendido tú a los tuyos, he continuado el
esfuerzo que hicieron ellos y en su honor conservo el espíritu pionero que nos
llevó a la emigración.
Un abrazo.
Juan Negrín y Francisco Franco.
Enrique Lister y el general Mola. www.generalisimofranco.com
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