En el año 1720, Francesc
Major, ciudadano de Villajoyosa arrendó la Foia “Los Castellanos”, hoy lugar conocido
como “el morret dels castellans”, lindante con la Foia Major de la que también
era propietario, a Cosme Marco, labrador, vecino de la villa y castillo de
Relleu.
En el documento adjunto, que es el original, se reflejan los
términos del arriendo que aunque era costumbre decir que se daba a medias, la
realidad era otra y así se plasmó en dicho manuscrito. Las almendras sí eran a
medias, pero los tributos y el grano lo eran al tercio e incluso los arreglos y
mejoras de la casa y corrales correrían a cuenta del arrendatario en los
primeros cuatro años (no se pillaba el dueño las manos ya que era imposible
vivir durante cuatro años con goteras o con las paredes a medio derruir) y si
no lo tuviera todo en uso y buenas condiciones, el propietario podría echarlo
de la finca.
Documento del arriendo de la Foia de Los Castellanos en 1720
El mismo dueño le
hizo entrega de dos mulas, pero… el relleuero tenía que pagar por ellas 60
libras de la época (que me parece un precio excesivo ya que una casa en la
playa de La Vila se vendía por 24 libras, o un solar por 14, o un corral por
10, o un solar en la plaza del Olmo, actual plaza de la Generalitat de
Villajoyosa se vendió por 10 libras, aunque eran las tierras de cultivo por lo que
más se pagaba, se vendió medio jornal de arar con su agua de riego junto a la
actual finca de La Barbera de La Vila por 110 libras) eso sí, como prueba de
que no quería abusar, le facilitó el pago en tres plazos pero claro… como la
tierra que se arrendaba estaba barbecho, a sea, labrada y arreglada pero sin
sembrar para que descansara, la cosecha de almendras de ese primer año sería en
su totalidad para el arrendador o dueño de la foia.
Casa de la Foia Los Castellanos donde vivió Cosme Marco
De nuevo se palpa
la “generosidad” del propietario cuando seguidamente dice al medianero, Cosme
Marco, que no se preocupe, ya que cuando tuviera que devolver las tierras no tendría
la obligación de entregarlas en barbecho tal como las recibe. Claro que, le
recuerda que la mitad del aceite que se hiciera, tendría el medianero que
entregarlo en el domicilio del arrendador.
Labrando con mulos. www.galera-granada.es
Al pobre Cosme,
que no sabía leer ni escribir y por lo tanto no supo firmar, sí que le hicieron
un reconocimiento de deuda por las 60 libras del valor de los mulos que
firmaron dos testigos y un tal Pedro Miguel que, según el escrito, lo hizo a
voluntad del dicho Cosme Marco de Relleu.
Creo que todo eso
era muy abusivo, pero… es lo que había.
La trilla. www.xtec
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autoriza la reproducción de la información contenida en esta publicación,
siempre que las fuentes sean citadas. El documento histórico se adjunta
incompleto, si alguien está interesado en su totalidad tiene que ponerse en
contacto con el autor de este artículo y blog.
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