De todos es conocido, o sabido, que desde que el hombre se
dio cuenta de que podía vivir a costa de los demás manejando a las masas en
beneficio propio, se empezaron a crear las propiedades privadas, los cargos
públicos y los dirigentes, tanto civiles, militares como religiosos.
Estos “iluminados”, redactaron unas normas o leyes que la
gente llana o del pueblo tenía y sigue teniendo que cumplir “por y para el bien
común” pero que en realidad a quien benefician son a los de siempre, es decir,
a ELLOS.
economiapuntes.blogspot.com
Quiero dejar claro que siempre ha habido honrosas excepciones
individuales, nunca colectivas.
Para que el pueblo pague y contribuya a mantener y mejorar la
vida de esos cargos y dirigentes, se inventaron los impuestos, tasas y otros
medios de sacar lo necesario para ello, aunque en ocasiones suponga el ahogo de
las personas a las que ahora se les llama contribuyentes.
Pago de impuestos. abrepalermo.blogspot
Este artículo trata de uno de estos casos en que los vecinos
de La Vila no pudiendo pagar sus impuestos, posiblemente por falta de ingresos
debido a una larga y tremenda sequía, recurrieron a su ayuntamiento para que
intercediera ante las autoridades superiores.
Corría el año 1735 cuando el pueblo (la gente) de Villajoyosa
no podía soportar ya el peso de los elevados impuestos que debían pagar a la
hacienda pública. Por ese motivo, se reunió el cabildo vilero y encargaron a un
influyente ciudadano que los representara ante los comisarios que exigían el
pago de la deuda por el impago de éstos.
En primer lugar debía de negociar la retirada de un
amenazante apremio que la villa había recibido debido al impago durante los
últimos seis años del llamado “derecho de la sal” para que se aplazara hasta el
año siguiente.
También debería intentar una rebaja en el impuesto llamado
“del equivalente”, dándose por pago una parte del mismo al que llamaron
“porción competente”.
A lo largo de la historia siempre ha habido un recaudador de impuestos. fiscalgraani.blogspot
Para “suavizar” a los comisarios de hacienda y hacer que les
pareciese aceptable la oferta de la villa, ésta correría con los gastos de sus
dietas, tanto de ida como de vuelta, ya que se desplazaban desde Valencia y en
ese tiempo tenían que comer y pernoctar en posadas debido al largo y penoso
trayecto que en el siglo XVIII suponía la distancia entre Villajoyosa y la
capital del reino valenciano.
Por orden del alcalde ordinario, firmó el documento del
encargo el secretario Francisco Vaello el 20 de noviembre de ese año de 1735.
Desconozco lo que pasó después.
Documento del año 1735 por el que la villa de Villajoyosa encarga una rebaja en los impuestos.
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