Es uno de los destinos turísticos
más importantes y conocidos de España y de todo el Mediterráneo, gracias a sus
playas y su vida nocturna, llegando a conseguir los 400.000 habitantes en
verano. No en vano, Benidorm es la tercera ciudad con más plazas hoteleras de España
después de Madrid y Barcelona.
Según parece, en el momento de la
Reconquista existía una Alquería árabe en la Partida de Lliriets; en todo caso,
la población sería de poca importancia, porque no aparece el nombre de Benidorm
en el “Llibre dels Feyts” de Jaime I de Aragón, quien conquistó estas tierras
alrededor del año 1245.
Bernat de Sarrià otorgó Carta
Puebla en Benidorm el 8 de mayo de 1325, creándose el castillo y la villa. La
función de dicho documento consistió en marcar los límites del término de la
nueva población (que se separaba así administrativamente de la baronía de
Polop), así como intentar establecer en ella exclusivamente a familias
cristianas. Estratégicamente, el origen de la villa (igual que la de otras
poblaciones costeras como Vilajoiosa) se debió al temor imperante en aquel
tiempo al superior número de mudéjares existentes a la zona.
Posteriormente, Benidorm pasó a
manos de los condes de Denia, volvió a la corona y finalmente ésta vendió el
término al noble Ruy Díaz de Mendoza.
Con motivo de los continuos ataques
berberiscos y la falta de agua, empezó a despoblarse y en 1520, durante la
guerra de las Germanías, la villa ya estaba despoblada por lo que el abandono
de sus habitantes se podría relacionar con el nuevo ataque de corsarios
musulmanes que sufrió en 1502. Volvía a depender de la Baronía de Polop.
La mejora de las construcciones
defensivas y la construcción de una acequia que aportaba agua desde Polop,
permitieron atraer a nuevos pobladores al lugar. Eso ocurrió en 1666, por
iniciativa de Beatriz Fajardo de Mendoza, señora territorial de Polop y Benidorm,
que otorgó una nueva Carta Puebla a la villa, volviendo así a ser
municipalmente independiente.
En el siglo XVIII tuvo una fuerte
expansión demográfica, gracias, esencialmente, a una importante actividad
pesquera basada en la pesca con almadraba, en la que los benidormenses se
especializaron con gran fortuna, siendo sus habitantes conocidos en el arte del
calado de almadrabas en toda la costa mediterránea.
Benidorm ha sido cuna de grandes
marinos.
Fue en 1956, durante la alcaldía de
D. Pedro Zaragoza Orts, cuando el Ayuntamiento aprobaba el ordenamiento
urbanístico de la villa con la finalidad de crear una ciudad concebida para el ocio
turístico, a base de calles bien trazadas y amplias avenidas siguiendo la
configuración de las playas, modelo urbanístico pionero en la época en que fue
realizado. A partir de entonces, se produjo un fuerte desplazamiento de las actividades
tradicionales (pesca y agricultura) hacia el sector servicios originado por el
turismo, que se convirtió desde entonces en la base de la prosperidad de la
ciudad.
El castillo de Benidorm
Actualmente es el municipio más
denso y poblado de la Marina Baja con una densidad de 1792 hab/km² y
69.045 habitantes en 2015
según el INE.
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