Aunque el casco histórico se encuentra en el interior, el
término municipal cuenta con unos 267 metros de costa. Se trata de uno de los
municipios de España con una salida a la mar más pequeña. La playa de la Cala
de Finestrat limita con los términos municipales de Villajoyosa,
al suroeste, y de Benidorm, al noreste.
La Cala de Finestrat y su playa.
En su término municipal se encuentra la mítica montaña del Puig Campana,
cuya cima alcanza los 1410 de altitud.
Finestrat desde la cima del Puig Campana
La economía de Finestrat siempre se ha basado en la
agricultura pero el crecimiento turístico de la vecina Benidorm y de toda la
Costa Blanca, hizo que sus encantos se convirtieran en un incentivo más para la
prosperidad de sus vecinos, siendo el turismo y el desarrollo de diversas
urbanizaciones lo que le han llevado a multiplicar su población por siete desde
el año 1980 hasta hoy.
La Font del molí, año 2014
La font del Molí, año 1972.Foto hermanos Galiana
(Web ayuntamiento) Los primeros indicios
de asentamientos humanos que se han localizado dentro del término municipal de
Finestrat pueden llegar a tener unos 20.000 años. Hacia el II milenio a.C,
comunidades agropecuarias se instalaron en las laderas meridionales del Puig
Campana, así como otras colinas cercanas. Pero el origen del actual Finestrat
se remonta a 1.280, cuando Pedro III, hijo de Jaume I “el Conquistador”,
otorgó la Carta Puebla a los lugareños.
En su término existen
yacimientos de época ibérica, romana y árabe. Varias son las alquerías
musulmanas localizadas que dan prueba de la influencia que tuvo esta cultura en
el municipio y se tiene constancia, gracias a los escritos de un viajero árabe,
que en los inicios del siglo XIII narra la existencia de un palacio en
Finestrat. Es el documento más antiguo que tenemos en el cual se llama al
pueblo por su nombre actual.
Iglesia y campanario de Finestrat.
En la parte más alta
del pueblo, en el recinto denominado El Castell, se encuentran los restos
enterrados de “Hîns” almohade que fue conquistado por Jaime I y epicentro de
las últimas revueltas de Al – Arrak, por lo que fue ordenado su derribo. Más
tarde, en 1336, conocemos la existencia de una iglesia situada en el recinto
del Castell con un único sacerdote que celebraba misa los domingos. En el año
1513 pasa a ser posesión de Juan Coloma, conde de Elda, y en 1612 ya siendo
baronía, forma parte de las posesiones de Fernando Pujades y Borja, Conde de
Anna.
Típica calle junto al castillo.
Con la construcción de
la iglesia se produce la primera ampliación del pueblo hacia el oeste, con la
creación del carrer major.
En el siglo XIX y
principios del XX, fue importante la industria del yeso. No hay que olvidar que
el pueblo se asienta sobre un cerro yesífero y en su ladera todavía se
encuentran restos de hornos.
Uno de tantos preciosos rincones de Finestrat.
En el año 1981 contaba con 974 habitantes y en el pasado año
2015 eran 6239 las personas censadas.
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