Debido al ruinoso aspecto que
presentaba la casi totalidad de la villa de Orcheta, se personó en la localidad,
Miguel Datos del Castillo, notario y procurador absoluto del administrador
general por Su Majestad de dicho lugar y Encomienda de la orden de Santiago, Don
Luís Ferrer y Cardona.
Municipio de Arués. Fotografía de El Español
El día 27 de enero de 1631, con
las justicias y jurados, y asistidos por el notario y escribano público, Gaspar
Juan Avellán, recorrieron la villa. Lo que vio el procurador o representante
del administrador del pueblo fue desolador.
Orcheta estaba destrozada,
deshecha. Casi todo se encontraba más que deteriorado, arrasado. Incluso gran
parte de sus tierras, sobre todo las de secano, eran un erial. Todo yermo y abandonado.
Solo se salvaba una parte de la huerta.
El escribano fue tomando nota
de las condiciones y aspectos de todas y cada una de las casas o viviendas de
la población.
Orxeta y su huerta
Empezaron por la casa de la
señoría o del comendador. Las puertas de la calle estaban rotas y agujereadas.
Las puertas de la casa, la principal y seis ventanas, rotas y derruidas. La escalera
principal se caía de su cubierta y muy demolida. En la sala, una viga de la
cubierta del techo, quebrada. Las paredes con muchos carcomidos y agujeros entre
los que se podía ver la calle. Todas las caballerizas sin puertas, el granero
había desaparecido. En el suelo de la sala se encontraban cuatro vigas rotas y
casi todas podridas y carcomidas.
Casa del comendador de Orcheta a principios del siglo XX. Panel informativo del ayuntamiento
Continuaron por el molino de
abajo que era de la señoría, no había muelas para moler. Las paredes medio
derruidas. La caballeriza con el techo derrumbado. Faltaban las herramientas
necesarias para que el molino funcionara y además no tenía puerta.
Restos del molino harinero de abajo en Orxeta
Siguieron por la iglesia, que
estaba labrada de tapial (pared que se hace con tierra amasada). La sacristía sin puerta y sin
tejas. En la terraza, dos ventanas bajas a las que les faltaban las rejas. No había
cáliz para celebrar la misa y cuando lo necesitaban lo pedían prestado de Villajoyosa.
La casa abadía para el cura, muy
destruida. El arco del patio con grietas y aberturas. Y la salita, apuntalada para
que no cayeran las vigas del techo. Las paredes derruidas. Allí vivía el
párroco y Andrés Buforn, su padre, que tuvo que trasladarse allí porque su
propia casa estaba destrozada e inhabitable.
Junto a la iglesia de Orxeta hubo casas pegadas a ella.
El horno estaba muy viejo, las
paredes con numerosas aberturas, se caían. El techo con agujeros. El lugar
donde se cocía el pan, sin enlosar.
La carnicería estaba asolada y
no servía para nada.
A continuación, pasaron a
visitar las 42 casas que, juntamente con las ya mencionadas, formaban el núcleo
poblacional, tomando nota del nombre del propietario y el estado en la que se
encontraban.
Solo contabilizaron 11
viviendas habitables, aunque alguna necesitaba de reparaciones.
Las restantes presentaban
paredes derruidas, vigas rotas, techos caídos o apuntalados, agujeros en los
tabiques e incluso algunas de ellas eran ya solares. Sus dueños o habitantes, a
pesar de que los edificios se encontraban en perfecta ruina y destruidos, seguían
sin abandonarlos, refugiándose en alguna zona de los mismos que les permitiera
cobijarse y medio resguardarse de las inclemencias meteorológicas.
Obras en la calle Mayor de Orcheta. 1905
Los 11 vecinos de Orcheta que disponían
y vivían en casa apta para habitar, eran:
Francisco Zaragoza de Jayme Diego Valverde
Hijos de Francisco Soriano Antonio
Soriano
Jayme Ferrandes (Ferrándiz),
mayor Jayme Aragonés
Antonio Galiana Rafael Bas
Miguel Ortuño
Joan Llorca
de Pedro
Pedro Monllor (Era
propietario de otra casa medio derruida, alquilada a Luís Iváñez)
Esta es la relación de los propietarios
de las restantes 31:
José Morales Gerónimo Avellán
Antonio Baldó, mayor
Jayme Sellés
Melchor Avellán Francisco
Sellés (de la huerta), 2 casas
Antonio Ferrandes (Ferrándiz) Vicente
Llorens
Antonio Baldó, menor
Tomás Pérez
Bartolomé Pla Vicenta
Mila (viuda de Gerónimo Ferrer)
Hipólito Lloret Jayme Orts
Pedro Lloret Francisco Zaragoza
Joan Iranz Pedro Soriano
Francisco Soler Miguel
Zaragoza
Jayme Ferrandes, menor Benet Buforn
Pedro Llorca (la casa
perteneció a Pedro Forges) Antonio
Martínez
Luís Iváñez Vicente Pastor
Cristóbal Ferrandes Andrés
Buforn
Ausías Llinares Pedro Monllor (Casa alquilada a
Luís Iváñez)
Caserío derruido en la huerta de Orxeta
De todo ello, dio fe en pública
escritura, el requerido notario de Villajoyosa que, desplazándose hasta Orcheta
con dos notables personas, a las cuales rogó fueran testigos, el también
notario Pedro Juan Lloret y el sastre Jayme Esquerdo, redactó dicho documento
que cuatro meses después fue revalidado por otros tres notarios.
Raro es que en esa relación de
propietarios no aparezca ninguno con nombre morisco, ya que solamente habían
pasado 22 años desde la expulsión decretada por Felipe III en el año 1609 y nos
consta que en Orcheta alguno había.
Documento de la descripción de Orcheta en el año 1631
Lo que no puedo afirmar es si
esta descripción sobre la situación física de la encomienda sirvió para algo, aunque
lo cierto es que la actual iglesia se construyó entre 1759 y 1761, es decir,
128 años después (según el panel informativo del ayuntamiento de Orxeta). Pero
parecen muchos años los que transcurrieron entre ambos momentos para pensar que
tuvo algo que ver entre ellos.
Evidentemente, todo lo demás
que se indica en este documento del siglo XVI, durante el transcurso del tiempo
se ha ido reformando o arreglando (la abadía, el horno, la carnicería, la casa
del comendador, las viviendas). Bueno, quizás todo no. Dudo mucho que el molino
de abajo haya sufrido alguna reparación desde entonces.
Pero afortunadamente, en la actualidad,
es un placer pasear por las arregladas y lindas calles de Orxeta.
Primera página del documento de la descripción de Orcheta en el año 1631
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