Hace más de 300 años, la villa y baronía de Finestrat necesitaba dinero para poder hacer frente a alguna de sus necesidades. En ese tiempo poco debía recaudar su ayuntamiento y necesariamente, tres de sus ciudadanos asumieron tal necesidad y contactaron con un rico hacendado de Villajoyosa al que rogaron y solicitaron la ayuda en forma de préstamo para la baronía.
Villa de Finestrat
Llegaron a un acuerdo, pero el prestamista sabía que difícilmente el ayuntamiento de Finestrat le podía devolver la cantidad prestada, por lo que puso como condición imprescindible que los tres súbditos del barón respondieran con sus bienes e incluso con sus personas.
Calle de Finestrat
Aunque desconozco los motivos de la urgencia de la disposición monetaria, tendría que ser algo muy necesario, ya que Vicente Lorca, Miguel Lloret y Francisco Buforn, no solo reconocieron ante el escribano público la deuda contraída, deuda que se obligaron a zanjar el día de San Miguel Arcángel del posterior año, sino que además, en el mismo acto, renunciaron a todos sus derechos, instando ellos mismos a que se les condenara en caso de no hacer efectiva la cantidad prestada en la fecha acordada.
Parte del documento en el que constan los testigos y la firma del escribano. Año 1711
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