El día 14 de septiembre de
1820 (hace justo 200 años), se reunieron los componentes del gobierno del
ayuntamiento de Villajoyosa a fin de resolver el reparto que debía corresponder
a los vileros sobre el pago de contribuciones para poder satisfacer los gastos
municipales del año siguiente, consistentes en los honorarios del personal del
ayuntamiento, dotaciones municipales y otros gastos ocasionados en el año
corriente.
Para poder efectuar el reparto
que correspondía a cada contribuyente, fueron nombrados ocho peritos que debían
realizar la tasación de los bienes e industrias de los labradores del
municipio, y además acordar las cantidades que debían abonar cada uno de ellos.
Para efectuar la misma función sobre los bienes e industrias de los
matriculados, fueron dos los peritos nombrados.
Algunos de los pagos que desde
el ayuntamiento se tenían que afrontar, ocasionados en el año corriente,
fueron: Por el guarda costas y sanidad, el médico de baños, la alimentación de
un preso vilero en las cárceles de Valencia, los gastos por la confección de
una lápida conmemorativa de la Constitución, la reedificación de unas barracas
para el asilo de guardias de sanidad, etc.
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El día 2 de octubre, se
presentaron ante la corporación presidida por el alcalde y justicia de
Villajoyosa, Don Nadal Mayor, y el resto de ediles, Jayme Esquerdo, Gerónimo
Zaragoza, Antonio Llorca y Francisco Martí, la relación de nombres de vileros
que estaban obligados a los pagos a la hacienda municipal, así como las
cantidades totales de cada uno. Fueron aprobadas.
Todo ello lo certificó el
secretario, Ignacio Miquel y Lloret.
En el listado que se aprobó,
figuran como labradores, o en general, 1.134, de los que 107 son viudas. 31
terratenientes y entre ellos hay 1 viuda. Del gremio de marina son 356 los
anotados, siendo 75 las viudas.
Documento del año 1820 donde se relacionan a 1521 vecinos de Villajoyosa
En total fueron 1.521 los
vecinos listados para el pago y los habitantes de Villajoyosa, en ese año 1820,
serían alrededor de los 6.000.
Un dato llama la atención, y
es el número tan elevado de viudas, ya que en el 12% de las casas o familias, había
una (183 en total). Pero el porcentaje se disparaba en el gremio de marina, ya
que ascendía al 21% del listado para el pago de impuestos.
Labradores—12% de viudas.
Terratenientes—3.2%
Marineros—21%
Hoja del documento de 1820 en la que los contribuyentes son todas viudas
183 viudas son demasiadas para
un pueblo de 6.000 habitantes, aunque también hay que decir que en 1820 podía
asumirse como normal tantas viudas, ya que solo habían pasado seis años desde
la guerra del francés o Guerra de La Independencia, que dejó a España arrasada,
por la misma guerra (murieron más civiles que militares), por las hambrunas y
por las epidemias infecciosas posteriores.
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