Villajoyosa, antiguamente Alone, Alonís y Allon, siempre ha sido un pueblo, villa o ciudad con gran influencia, no solo en la comarca, también fuera de ella.
En tiempos de los fenicios e íberos fue la puerta de entrada
y salida de las mercancías que se comercializaban en el interior de esta parte
de la hoy provincia de Alicante, y al contrario, por su puerto salían los
géneros que desde el interior se mandaban a otras latitudes.
Con la llegada de los romanos, no solo llegó a ser
“municipium”, título otorgado por el emperador Vespasiano, sino que todo el
territorio que hoy es comarca Marina Baja dependía de Allon, mejor dicho, todo
era Allon. Es muy posible que el ocaso de Lucentum se debiera al auge y apogeo
que Allon tenía en esos momentos, llegando a eclipsar a la ciudad vecina.
Alonis y Allon fueron la capital histórica de la comarca
desde al menos el siglo VI a.C. hasta la época tardorromana (s. VI d.C.) en que
sus habitantes la abandonaron y quedó despoblada. En plena edad media (1301) se
fundó la actual ciudad de Villajoyosa y desde ese momento fue de nuevo la
capital comarcal.
Villajoyosa fue, durante los siglos XIV y XV, el único puerto
de la comarca autorizado para embarcar diferentes productos como el aceite,
pasas, almendras, vino, etc.
Debido a su auge y progreso, en el año 1443, obtuvo el título
de villa real, disponiendo de un síndico en las cortes valencianas. Fue capital
de Requerimiento, cuyo requeridor ejercía sus funciones desde el castillo de Villajoyosa
y su defensa abarcaba toda la costa comarcal.
El rey Felipe IV en 1653 autorizó la construcción del pantano
de Relleu y gracias a ello la huerta de Villajoyosa se convirtió en la envidia
de la comarca por su esplendor e inmensidad.
Ya en el siglo XVIII, Villajoyosa había crecido tanto que su
expansión urbana tuvo que salirse de los muros. Empezaron a construirse los arrabales
de la playa (San Cristóbal y San Agustín) y los alrededores de la plaza del
Olmo (hoy Generalitat). Tuvo un aumento demográfico considerable, pasando de
los 1.500 habitantes a los 5.500.
La población siguió creciendo y a mediados del siglo XIX ya
superaba los 9.000 vecinos. Industrias navales, el traslado del pescado
capturado a las comarcas del interior, el aumento de la industria chocolatera,
el comercio marítimo, la industria del hilado, su flota mercante, un incremento
considerable de su huerta, y, sobre todo, ser el puerto comercial de la
industria alcoyana, todo ello hizo que Villajoyosa creciera considerablemente.
Se edificó el barrio Poble Nou que quedó unido al casco urbano por el puente de
la carretera que se construyó en el año 1868.
El 6 de abril de 1.911, el rey Alfonso XIII concedió a
Villajoyosa el título de ciudad, siendo el único pueblo de la comarca que lo
posee. Entre los años 20 y 40 se construyó el puerto marítimo. A mediados del
siglo XX, Villajoyosa superó los 25.000 habitantes.
Todo lo arriba escrito es para recordar que Villajoyosa,
Alone o Allon, desde siempre ha sido la población, villa o ciudad más
importante de nuestra comarca. Cualquier habitante de cualquier población de la
Marina Baja que tuviera necesidad de realizar una gestión en una entidad
oficial, necesariamente tenía que desplazarse hasta ella.
Y llegó nuestra democracia y nuestra Autonomía ¡Ya podemos
elegir libremente a nuestros gobernantes y dirigentes! ¡El pueblo ya es
soberano! Dicen que la democracia es la menos mala de las formas de gobierno.
A partir de ahí todos los pueblos se volcaron en elegir a las
personas que mediante mítines juraban y perjuraban hacer de sus pueblos edenes
o paraísos terrenales. Ya lo dijo Alfonso Guerra: “A España no la va a conocer
ni la madre que la parió”.
Consecuentemente, unos pueblos crecieron más que otros.
Jardines, parques, piscinas públicas, pabellones deportivos, frontones,
edificios consistoriales, transportes públicos, grandes plazas y avenidas, etc,
etc. Todo por el bienestar social y por el pueblo.
Hay municipios en los que sus ciudadanos no se sintieron
satisfechos con sus gobernantes, o quizás se sintieron engañados, y fueron
cambiando elección tras elección al político y a su partido hasta ver, notar y
sentir que habían atinado con la persona que hacía progresar a su pueblo.
Hay pueblos de nuestra comarca que han progresado muchísimo y
la vida de sus vecinos se ha visto mejorada. Ahí están Alfaz del Pí, Relleu, Polop,
Finestrat, Altea, etc.
Dieciocho municipios forman nuestra comarca y según el padrón
municipal de habitantes de los pueblos de la provincia, entre el año 2020 y
2021, cinco de ellos perdieron habitantes y los trece restantes, en mayor o
menor medida, vieron incrementado el número de vecinos.
Los más notables son los dos municipios con más población.
Benidorm tuvo una pérdida de habitantes de 1.332 personas y Villajoyosa perdió
515 vecinos. Entre las que aumentaron sus residentes está Alfaz del Pi con 453
y después Finestrat con 299.
Cualquier generalización y comparación es odiosa, o por lo menos injusta. Pero hay poblaciones en las cuales, sus habitantes, están convencidos de que el pueblo es suyo y de sus vecinos. ¡Y esto es así! Sus calles están limpias. Porque se limpian y además no las ensucian.
Hay alcaldes y concejales que pasean por sus calles, como
cualquier otro vecino, y cuando ven o detectan alguna anomalía toman nota y al
siguiente día está subsanada.
Hay policías locales que ayudan a los vecinos y visitantes
indicándoles lugares (aparcamientos públicos, tiendas o sitios de esparcimiento)
e incluso les vigilan por tiempo limitado sus vehículos que ellos mismos con
antelación les han propuesto que dejaran allí (sitio no autorizado) mientras
los usuarios realizan brevemente una gestión.
Hay políticos que, convencidos de que se les ha votado para
mejorar la convivencia y el bienestar de los vecinos, buscan y encuentran
lugares que sirvan como aparcamientos públicos y gratuitos para los vehículos.
Hay alcaldes que piensan que la primera impresión de los
visitantes es la que se llevarán y además, contarán a sus amistades. Por ese
motivo las entradas y salidas de sus respectivos pueblos son grandes avenidas
con fuentes, jardines, monumentos y arboledas perfectamente conservadas.
Hay políticos que se preocupan por las mascotas y pensando en
ellas y sus dueños, realizan y transforman sitios que les sirvan como
esparcimiento, además de ser lugares donde hagan sus necesidades fisiológicas,
por lo que tienen un mantenimiento y conservación diariamente.
Hay políticos que dan contratas a empresas para que realicen
los trabajos que necesita su pueblo. Pero llevan un control de esos trabajos,
preocupándose de que estos se realizan correcta y suficientemente y tomando las
medidas necesarias si no fuera satisfactorio.
Hay políticos que verdaderamente están en política para
servir a los ciudadanos y diariamente se preocupan por mejorar sus vidas.
Efectivamente en base a prioridades y demandas ciudadanas.
Hay alcaldes que no cobran por sus trabajos políticos (en las
poblaciones más pequeñas o menos pobladas). Otros que cobran igual o menos que
en sus trabajos profesionales. Y otros que cobran salarios exorbitantes para
vivir bien a costa del pueblo.
Hay políticos que suelen visitar a menudo las tiendas y
negocios locales para interesarse por ellos y por los titulares de los mismos,
tomando nota de los consejos, demandas o satisfacciones de esos profesionales.
Hay alcaldes que están dispuestos a que nuevas empresas y
negocios se instalen en sus municipios, atendiendo y dando todas las
facilidades, además de interesarse por los puestos de trabajo que ello
conlleva.
Podría estar horas y horas enunciando lo que algunos
políticos serios hacen por sus pueblos, pero finalizaré diciendo que, cuando un
alcalde y su equipo de gobierno no están a la altura de sus cometidos y dejan
abandonadas sus funciones, dando de lado a su pueblo y creyendo que es el amo
del cortijo, son los políticos de la oposición los que deben actuar, como
mínimo informando al pueblo.
¿Qué pasa en Villajoyosa?
Pues en la Vila ocurre que hemos pasado de ser la primera
población de la comarca a estar en la cola.
¿Cuál es el motivo?
No soy técnico ni nada por el estilo. Pero soy un ciudadano
vilero que por mi edad he visto pasar el tiempo desde la dictadura hasta
nuestros días y además conozco todos los pueblos de nuestra comarca.
De todos los puntos o párrafos que escribo arriba, en
Villajoyosa no se lleva a cabo ninguno. Se han ido perdiendo entidades y
empresas. La ciudad está que da pena. Da la impresión que nuestros políticos
están para hacer la puñeta a los ciudadanos, poniendo trabas y dificultades a
la convivencia. Cada día se cierran negocios en Villajoyosa y se abren en
Finestrat.
¿Quién es el culpable?
Sin duda, el pueblo de Villajoyosa. Su pasividad. Su mirar
para otra parte. La dejadez y desidia de los vileros. El volver a votar a los
que quieren ser políticos pensando solo en la poltrona y el sueldo, es decir,
en sí mismos. Che primo, qué vols que fassa si és amic meu! Che, es que yo sóc
de dretes (o d’esquerra)! Che, es que és de tal o qual familia! Che, ya sé que
és un ninot, però m’ha promés faena si guanya!
Solo daré un ejemplo de lo que somos los vileros. En esta
actual legislatura se intentó eliminar el nombre histórico de nuestra ciudad,
Villajoyosa. Oficialmente no se consiguió, pero prácticamente sí. Desde el día
de ese pleno del ayuntamiento, se han ido eliminando carteles con ese nombre.
En cualquier escrito del ayuntamiento, sea en castellano o valenciano, se obvia
el nombre de Villajoyosa. En toda la publicidad, sea escrita y hablada, cuando
se habla de nuestro pueblo, nunca se le nombra Villajoyosa. Y así en todo.
De eliminar nombres de calles y hacer monumentos a
desconocidos que nunca hicieron nada por Villajoyosa, ya hablaremos.
Pero, ¿sabemos qué dice la oposición al respecto? NO.
¿Y los vileros? ¿Han
dicho o hecho algo? NO
Pues a aguantarse tocan. Villajoyosa es lo que los vileros
han querido que sea. Cada pueblo tiene lo que se merece.
Y Villajoyosa, con el silencio de los
corderos vileros, tiene lo que sus ciudadanos han consentido, que sea el culo
de la comarca.
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