En una de las exposiciones del museo de Villajoyosa, en la de los piratas y corsarios, me llamó mucho la atención unas fotocopias puestas encima de una mesa para que cualquier visitante pueda solicitar la licencia de corsario.
¡Me gustó la idea! El texto, o parte de él, ha sido copiado
de un documento de la época que se encuentra en el Archivo del Reino de
Valencia.
El documento está datado en el año 1448 y está escrito en
valenciano. Sí, valenciano, no catalán.
El artículo LO/LOS, las preposiciones EN y AB, los
sustantivos BAYLE, REY y TRAYCIÓ, o el sustantivo propio VILAJOYOSA, que son
muy valencianos, vienen escritos así.
Felicidades al autor de esta idea y a la persona que captó
este texto.
Algunos de los que estáis leyendo esto, os preguntaréis, ¿a
qué viene todo esto? Pues esto viene a colación de los que introducen en
nuestra dulce lengua valenciana palabras, artículos, preposiciones,
conjunciones, etc. catalanas.
Puedo entender que ciertos profesores a sus alumnos les hablen,
escriban y enseñen esos elementos de relación o nexos invariables en la forma
y sin significado léxico, en puro catalán.
Posiblemente no estén despreciando al valenciano, o sí, ya
que actúan y ponen en práctica lo que a ellos les inculcaron en su época
estudiantil.
Lo que me indigna, es que esas mismas personas crean o
piensen que lo que ellos dicen o enseñan es un dogma de fe en el que hay que
creer sí o sí.
¿Por qué no se documentan? ¿Por qué no investigan? Quizás por
comodidad, o porque políticamente no está bien visto o considerado que el
valenciano sea un idioma independiente y anterior al catalán, que cuando
Cataluña no existía ya se hablaba en el reino de Valencia.
Algunas veces, un padre o madre, ha hecho notar al maestro o
profesor de sus hijos que ese u otro texto no es valenciano sino catalán, y la
respuesta obtenida ha sido: “Si no estás de acuerdo, llévate a tu hijo a otro
colegio”.
¡Malditos políticos que han llevado su adoctrinamiento hasta
lo más sagrado de la sociedad que son nuestros niños!
En varias ocasiones he hablado, de distintos temas, con más
de un profesor de Villajoyosa, alguno de ellos con algún que otro libro
publicado sobre distintas materias, pero escrito en catalán. Pues cuando se
habla con ellos, responden y mantienen la conversación en el valenciano que aquí
todos hablamos y conocemos, incluida alguna “castellanada”, al igual que habla
el pueblo sencillo y llano.
¿Por qué escriben diferente a como hablan? Porque cuando
hablan se sienten parte del pueblo, y cuando escriben quieren quedar bien ante
la clase política (que no es pueblo).
Desgraciadamente, no todos hablan el idioma del pueblo llano,
algunos valencianos incluso se enorgullecen de hablar catalán, pisoteando de
esa forma sus raíces, posiblemente porque creen que eso les puede dar prestigio
y los pone por encima de los que no lo hablamos. ¡Dan pena, no saben que hacen
el ridículo!
¿Y qué decir de
algunos políticos? Dan doble náuseas, porque cuando se dirigen a los
valencianos, además de hablar en catalán hablan en lo que ahora se llama
inclusivo, esa bazofia palabrera inventada por políticos incultos e ignorantes.
Pero es que además se sienten presuntuosos y satisfechos, cuando en realidad
son unos indocumentados y burros (que me perdonen estos simpáticos animales por
compararlos a esa otra especie animal).
Termino este comentario recordando a los ignorantes e
incultos políticos de Villajoyosa que quisieron eliminar el nombre de nuestra
ciudad (aunque físicamente ya lo han eliminado), según ellos porque era
impuesto. Que lean el texto que nombro al principio de este escrito (leer
ilustra e instruye), verán que, en el año 1448 ya se llamaba así, incluso en
valenciano (claro que, es posible que sigan pensando que Franco, en el siglo XV,
estaba detrás de todo ello y habría venido a Villajoyosa para imponerlo).