(Relato publicado en la revista de las fiestas patronales de Relleu del mes de septiembre del año 2017)
Un antiguo camino con más de 2.500 años de historia, transcurre
desde Alcoy a Villajoyosa. Desde el siglo XIX se le conoce como “El Camí del
Peix”. Es un camino de herradura y estaba considerado como “Camino Real”.
Es posible que en el siglo VIII a. C. ya se usara este
camino. Los fenicios desembarcaban sus productos en Alonis (actual Villajoyosa),
para que los comerciantes los trasladaran a los pueblos del interior. En Alcoy
se encontraron restos de ánforas fenicias que seguramente procedían de Alonis y
que para llegar a su destino tuvieron que pasar por Relleu.
Hacia el siglo IV a. C., los íberos de Alonis, crearon un
santuario en el promontorio que actualmente se conoce como La Mallaeta. Los
íberos de La Serreta (Alcoy) construyeron su santuario sobre el siglo III a. C.
Por lo tanto, el emblemático camino estaba unido por dos importantes
santuarios, posiblemente, ambos dedicados a la diosa de la fertilidad, Tanit.
Pero, también es más que probable que a mitad del camino, los
viajeros, hicieran una parada para descansar, comer o dormir. Esa parada no
podía ser en otro lugar más que en Relleu, y para eso, necesariamente tendrían
que haber fondas o albergues y naturalmente, donde había concentración o reunión
de gentes no podía faltar un santuario en el cual poder rogar y agradecer a
los dioses su protección durante el viaje. Relleu es la tercera población donde
los íberos construyeron un gran santuario.
Algunos textos nos dicen que en el trayecto de Alonis a La
Serreta, había algunos oppida (poblados
fortificados en altura, donde soldados protegían al resto de la población). Dos
de los más importantes, se situaban en Alonis (Villajoyosa) y Relleu, aunque
también señalan otros en Xauxelles (Villajoyosa), El Collado (Orxeta),
Castellonet y Benesit (Relleu). Todos ellos en puntos claves que controlaban
parte del, posteriormente, denominado Camí del Peix.
Con la llegada de los romanos, finales del siglo I a. C., y
con el otorgamiento de la categoría de municipium
a Allon (Alonis-Villajoyosa), el santuario de La Mallaeta se abandonó,
trasladando el culto al nuevo foro de la ciudad romana.
En esos momentos, Relleu, debería ser un vicus (aldea) dependiente de Allon, ya que formaba parte de su
territorio. Si allí el culto se trasladó a la misma ciudad, ¿pudo pasar lo
mismo en Relleu? Es muy posible.
La inscripción funeraria romana, aparecida en Relleu cerca
del emblemático camino, depositada actualmente en su museo, demuestra que junto
a él hubo una necrópolis (igual que al comienzo del mismo camino en Allon) y
probablemente cerca del cementerio romano se establecería un oratorio o
santuario. En La Serreta, continuaron el culto en el mismo santuario hasta el
siglo IV d. C., pero éste se encontraba junto a la población.
En época árabe, el camino fue clave para la comunicación
entre la costa y el interior, éste continuaba hacia Xàtiva y desde allí
enlazaba con el que unía Valencia con La Mancha. Relleu seguía siendo un punto
clave en el camino y por ello se construyó su castillo, desde donde se
controlaba gran parte de él.
Se utilizó por los musulmanes que participaron en las
revueltas de Al-Azraq entre 1247 y 1278. En la primera de ellas de 1247, Relleu
se mantuvo leal al monarca aragonés, cosa contraria hicieron en Finestrat y
Sella. Relleu recibió ataques de los moros de Penáguila, que se habían rebelado
contra Jaime I y para ello utilizaron el famoso camino para atacar el castillo.
Así mismo, las tropas del castillo de Relleu utilizaron este camino para
realizar sus ataques sobre los castillos sublevados.
El castillo de Relleu tenía orientadas sus torres y garitas
hacia el norte-noroeste, para controlar un gran tramo del importante camino.
En tiempos de los grandes ataques musulmanes (berberiscos,
argelinos, nazaríes, etc.) contra la nueva población de Villajoyosa, Relleu fue
una de las poblaciones más significativas del tramo Alcoy- Villajoyosa.
Disponía de un control militar. Permitía la llegada a Villajoyosa de las tropas
de apoyo de otras villas reales como Penáguila y Alcoy.
Al estar Relleu justo en la mitad de este camino, era donde
se encontraban los establecimientos para que los caminantes y arrieros pudieran
descansar y reponer fuerzas, como La Venta, situada en la carretera que va a la
Torre de les Maçanes, y aún hoy se pueden ver cerca de ese punto, dos fondas
más, que al mismo tiempo servían de hospedaje a los peregrinos napolitanos que
realizaban el camino de Santiago por la misma ruta.
Un correo tardaba cinco horas en cubrir el tramo Alcoy
Villajoyosa, pasando por Relleu.
El "Camí del Peix" antes de entrar en Relleu desde Alcoy |
El mismo camino fue protagonista del movimiento de tropas
durante la Guerra de La Independencia a principios del siglo XIX. En Relleu
hubo tropas acantonadas que se encargaron del control de la zona, padeciendo su
población las constantes entradas de destacamentos, tanto franceses como
españoles, que dejaron al pueblo en la miseria, al igual que en otros pueblos
de la comarca, ya que tenían que abastecer a los soldados y a las caballerías
que portaban.
Posteriormente, con el auge de la industria alcoyana, el
camino, se utilizó para trasladar la producción hasta el puerto de Villajoyosa,
a fin de embarcarla hasta sus puntos de destino. Hasta cinco mil caballerías
usaban el camino diariamente. Las ventas y posadas de Relleu continuaron siendo
de vital necesidad en ese trayecto.
Finalmente, en el pasado siglo XX, el camino cayó en desuso debido
a la construcción de la línea de ferrocarril de Alcoy a Gandía y a la
realización de anchas carreteras que permitieron circular a los vehículos, tanto
de tracción animal como a motor, al ser más rentables debido a la carga que se
podía transportar en ellos.
BIBLIOGRAFÍA
MIGUEL ÁNGEL PÉREZ SERRANO. El Camí del Peix: aportaciones
para la localización y puesta en valor de una ruta histórica estratégica. Trabajo
Fin de Máster perteneciente al Máster Universitario en Arqueología Profesional
y Gestión del Patrimonio de la Universidad de Alicante.
CÉSAR ESTEBAN y EMILIO CORTELL PÉREZ. Consideraciones
arqueoastronómicas sobre el santuario ibérico de La Serreta. Recerques del
museu d’Alcoi, 6 (1997), 131-140.
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