En un documento, fechado en el mes de marzo del año mil
ochocientos diecisiete, el oficial primero de marina, Don Cayetano Aragonés y
Rico, solicitó al señor alcalde de Villajoyosa se le entregasen testimonios por
los cuales se certificaban las cualidades de la clase noble de sus antepasados,
todo ello con el fin de ampliar las diligencias que se adjuntarían al
expediente que él mismo estaba confeccionando para solicitar el ingreso de su
hijo Jaime Aragonés y Picó en el Real Cuerpo de Guardias de la Persona del Rey.
Testimonios que le fueron entregados por los escribanos del ayuntamiento y
posteriormente, Don Cayetano, también los utilizó para solicitar la declaración
de nobleza de la Casa de Aragonés.
En los testimonios solicitados, del cual dos notarios dan fe,
se dice, que en el año mil setecientos cuarenta y uno, el gobernador y capitán
general del Reino de Valencia, junto a los demás señores del Real Acuerdo (Institución de gobierno del reino
formada por el capitán general y los señores oidores de la Audiencia
Territorial),
nombraron para alcalde primero de Villajoyosa a Jaime Aragonés y Pellicer.
Esta es la transcripción literal del juramento realizado por
el nuevo alcalde, que, posiblemente, después de los Decretos de Nueva Planta
promulgados por el rey Felipe V, sería el mismo para todos los alcaldes
designados en el reino de Valencia. En el texto se puede leer claramente,
“…usos y costumbres según leyes de Castilla…”
Juramento de alcalde
“En dicha villa y día referido. En
cumplimiento del despacho de nominación y aprobación de oficiales que antecede,
dado por el Excelentísimo señor gobernador y capitán general de este reino,
presidente regente y oidores de la Real Audiencia de Valencia, con acuerdo que
se celebró el cinco de enero corriente año, según consta por el certificado
firmado por Don Tomás Gómez, secretario del acuerdo, su fecha ya citada,
constituido Jaime Aragonés de Cayetano, Ciudadano, vecino de ella, en la casa
capitular de dicha villa, ante el señor Maximiano Llorca, alcalde ordinario de
la misma, y de mí, el escribano de Su Majestad, con un libro misal donde se
leen los Santos Evangelios y hechos, constituido en manos de dicho señor
Maximiano Llorca, alcalde, juró el referido Jaime Aragonés de Cayetano por
primer alcalde ordinario de ella, por Dios Nuestro Señor, por Nuestra Señora
Santa María, Su Madre, y por la señal de la cruz, y por las palabras de los
Santos Evangelios, que regirá, gobernará y administrará dicho encargo y oficio
de primer alcalde ordinario de dicha villa, bien y fielmente, dejando aparte
toda amistad, parentesco, odio, rencor y otra cualquier causa, guardará fueros
y privilegios, usos y costumbres según leyes de Castilla y que guardará el
misterio de la pura y limpia Concepción, justicia a los pobres, así lo juró a
Dios, que le dé mucha gracia, amén. Y firmó el que supo. Doy fe”.
Jaime Aragonés Ante mí, Francisco Vaello,
escribano
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