Si alguien sabe con exactitud la respuesta a la pregunta del
título de este artículo, me gustaría saberlo, pero creo que actualmente nadie
puede responder.
Intentaré hacer un breve repaso cronológico de esta querida y
apreciable institución, aunque lo haré al revés, es decir, yendo desde la
actualidad hacia el pasado y… veremos hasta dónde nos lleva su longevidad.
Primeramente, quisiera decir que, es posible que la palabra
“hospital” nos suene a establecimiento destinado al diagnóstico y tratamiento
de enfermos. Así se refleja en el diccionario. Pero, en este caso, también nos
dice el diccionario, que era una casa que servía para acoger pobres y
peregrinos por tiempo limitado. Y asilo, es un establecimiento benéfico donde
se recogen menesterosos, o se les dispensa alguna asistencia.
Sobre el cometido actual de nuestro hospital asilo no voy a
hablar, ya que no es el tema de este artículo y además lo ignoro.
Empiezo:
La primera piedra del actual edificio del hospital asilo se
colocó en el año 1985 y un año después se inauguró con el nombre de “Residencia
de ancianos Santa Marta”.
Anteriormente, nuestro establecimiento benéfico se encontraba
en la calle de Abajo o de Fray Posidonio Mayor. Allí, las Hermanas Salesianas
establecieron su fundación en el año 1892, según un escrito catalogado por
Ángela Giner Marcet en el archivo municipal. Aunque José Llorca Lledó (profesor
de E.G.B.) en su artículo publicado en la revista de fiestas del año 1977
titulado “Introducción a la fundación del hospital-asilo Santa Marta de
Villajoyosa”, nos dice que el 7 de noviembre de 1976 se procedió a la bendición
de la primera piedra de lo que posteriormente fue el nuevo Asilo-Residencia de
ancianos de Villajoyosa. Así mismo, narra cómo y de qué forma hicieron la
fundación en Villajoyosa el año 1896 las hermanas Salesianas, haciéndose cargo
de la organización del hospital asilo y atendiendo a los pobres, mendigos y
enfermos necesitados. En su labor también incluyeron la educación de multitud
de niñas.
Ese inmueble de la calle de Abajo
albergó el hospital asilo a partir de los primeros años del siglo XIX (entre
1808 y 1811). En el libro de acuerdos del ayuntamiento de Villajoyosa
correspondiente al año 1808, se encuentra el acta de la sesión celebrada por
aquella corporación el 18 de enero de dicho año bajo la presidencia de Don
Bautista Lloret, alcalde primero ordinario, acordándose que, en atención a que
ha recaído la administración del nuevo hospital que se está fabricando, en los
señores regidores y reverendo cura y que se había de concluir, parecía
correspondiente que los anteriores administradores diesen cuenta de lo
invertido hasta la actualidad y en vista de lo resultante, poder continuarla
hasta su conclusión y que se confirmase el nombramiento de depositario en
Vicente Lanuza. Oída la antedicha propuesta por los demás señores, acordaron
diesen las cuentas los anteriores administradores y ratificaban por depositario
de las cantidades del nuevo hospital al citado Lanuza.
El 24 de junio de 1749 fue enterrado
por la mañana mosén Pedro Aragonés. En su testamento legó el tercio de sus
bienes para reparar el hospital y en particular para construir un cuarto (habitación) para estudiantes pobres, con seis
camas, jergón, dos colchones y almohadas, seis sillas y un bufete, con la
advertencia que su albergue se entiende por dos días y no más y si por acaso
estuvieran enfermos, se le asista en todo lo necesario para su curación. Y es
su voluntad que en dicho cuarto no puedan entrar otros enfermos ni otra persona
que los estudiantes.
Existen varios recibos de los pagos
que su padre Don Cayetano realizó a cuenta de ese tercio de los bienes de su
difunto hijo, fechados entre junio de 1807 y mayo de 1808. En todos los recibos
se dice que es para los gastos de la obra del hospital. En mayo de 1811 se
abonó lo que restaba de la herencia de Don Pedro. El total abonado ascendió a
la suma de 34.931 reales, que en esa época era una cantidad bastante
considerable. Es posible que el nuevo hospital se construyera gracias al legado
del difunto cura vilero.
Según lo anterior, en el año 1807 se
estaba construyendo el nuevo hospital, que era el de la calle de Abajo. Por lo
que se deduce que, después de fallecer mosén Pedro Aragonés, su última voluntad
con respecto al hospital se cumpliría en el edificio donde se ubicaba en esa
fecha, que no es otro sino el que había entre la actual plaza de Castelar y la
plaza de la iglesia, en la esquina del mismo edificio donde comenzaba el
cementerio.
El archivero municipal de Villajoyosa que precedió al actual, en una nota en la que apunta que la información que se detalla en ella fue catalogada por Ángela Giner Marcet, entre otras cosas, nos dice: “Es digno de resaltar el registro notarial (2 de agosto de 1779) de compra de la casa solar de la calle de Abajo, gracias a las limosnas recibidas por don Francisco Lloret, Cura propio de la iglesia parroquial, frente a la que estaba el Hospital antiguo que entonces se quería trasladar a la calle de Abajo, a fin de evitar el ruido y otras molestias que producían los transeúntes al pasar por la “placeta” (según los sensibles testimonios de los sacerdotes y de los enfermos)”.
Seguro que el legado de Don
Pedro tuvo mucho que ver con la compra del solar y la construcción del nuevo
hospital en la calle de Abajo.
La casa que sirvió de hospital
asilo, una vez trasladado éste a la calle Fray Posidonio, se utilizó como orfanato.
El actual director del Archivo
Histórico Municipal, Albert Alcaraz, recuperó un interesante documento del año
1734 en el que se dice que, a un peregrino natural de Nápoles, enfermo de
calentura, se le compró una gallina para que se recuperara. Al parecer, el
camino de Santiago, en Villajoyosa comenzaba en el antiguo hospital de pobres,
donde los peregrinos se recuperaban de cualquier problema físico antes de
emprender ruta.
Por escritura realizada en
octubre de 1714 ante el escribano Francisco Juan Lorca, un labrador de
Villajoyosa vendió un pedazo de tierra para pagar una deuda que tenía contraída
con el hospital.
En la información catalogada
por Ángela Giner, que arriba se menciona, hay un párrafo que dice: “La fecha
más antigua de la que tenemos referencias de la existencia del Hospital Asilo
de La Vila como institución se remonta hasta el año 1668 (20 de agosto), y la
hemos sacado de un libro de administración donde consta el testimonio de
Ignacio Miquel, Mayordomo del Hospital y jurado de Villajoyosa y en el cual da
fe el escribano Francisco Vaello hijo, sobre la imposición de censos a favor
del hospicio sanitario; al mismo tiempo se registran ingresos y otros de
enfermos, incluso de extranjeros, detallando los remedios o alimentos que se
les suministran”.
Pues tengo que decir que aún
hay otra referencia más antigua que la anterior. Es un testamento realizado por
Pedro Aragonés Linares el 31 de agosto de 1606 ante el notario Jaume Linares,
por el que lega 10 libras al hospital de Villajoyosa.
Si en el año 1606 se legó a
favor del hospital, es que éste estaba funcionando, por lo que es casi seguro
que, no solo en el siglo XVI sino mucho antes (es muy probable que en el siglo
XIV), ya existiera.
Seguiremos investigando sobre los orígenes de esta institución vilera.
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